2011/01/31

Nos deja el gran John Barry

Mala noticia para un Lunes. El genial compositor de bandas sonoras, John Barry, nos ha dejado a los 77 años y por motivos de un ataque al corazón. John Barry, se le recordará por dejar en la historia del cine, el famoso main theme de James Bond,  y todos los soundtracks de la saga hasta "Alta tensión". Entre sus composiciones más recordadas, están las de films como: "Cowboy de media noche", la mítica "Memorias de África", "Nacida libre", "El león en invierno", "Cotton Club", la preciosa partitura para "Chaplin", o la que para mí, es su mejor obra, el score del galardonado film de Kevin Costner, "Bailando con lobos", score que bien marcó mi infancia e imagino que a muchos de vosotros también. Descanse en paz, se nos va uno de los grandes, es una pena.



"Double Indemnity": Juntos hasta el final


Director: Billy Wilder
Año: 1944
País:USA
Duración: 106 min.
Sinopsis: MacMurray es un vendedor de seguros que, en connivencia con Barbara Stanwyck, elabora un plan para asesinar al marido de ella y quedarse con el dinero de su seguro. Obra cumbre del género, uno de los ejercicios de suspense más fascinantes de todos los tiempos. 

NOTA: 10/10  Ficha en IMDB



Volviendo al cine del maestro Billy Wilder, y como no, volviendo a uno de los géneros que más venero del séptimo arte, el cine noir, "Double Indemnity" o como la tildaron en su momento en nuestro país, "Perdición", es una de esas películas que dentro de las "normas" o idiosincrasias del noir, cumple con sus objetivos al 100%, una historia sencilla, pero llena de interés, con puntos de guión pulidos, diálogos sólidos y unas interpretaciones para enmarcar, para mí, éste es mi "Halcón Maltés", la joya del noir por excelencia. El fantástico guión, lo firman Raymond Chandle  y el propio Billy Wilder (Basados en la novela de James M. Cain), una historia que se mueve entre el amor, la traición, el crimen imperfecto a través de la catarsis de un protagonista común (de esos que les gustaba a Hitchcock) que se ve metido en una magnolia de la que es imposible salir. La Dhalia, la viuda negra, el amor de la femme fatale por la que el protagonista queda prendado desde el inicio del film (con una de las conversaciones sutilmente sexual, de las mejores que se han escrito dentro del género, muy Wilder) un asesinato por un amor desmesurado entre ambos que guía la parábola narrativa que presenta Wilder y Chandle. 


El guión se presenta a modo de flashback (quizás uno de los mejores guiones que haya usado este recurso y haya justificado tan bien las famosas voces en off características también del género). Quizás este punto narrativo sea lo único más o menos reprochable a esta historia concisa, bien escrita y sin fisuras, pues resta algo de suspense en algunas escenas donde el protagonista está en apuros al aguantar otro de los grandes temas del film, mantener la gran mentira.  La perversión es una de las grandes bazas del film, Wilder provoca al espectador con sus personajes, meter al asesino en casa, la información distribuida hacia el respetable con todo lujo de detalles (Algunos personajes saben menos que el espectador, por lo que el protagonista, en cierta manera es el propio espectador adentrándose en una cada vez más claroscura atmósfera de corrupción, pistola y rubia estratega, lista donde las haya, otro plus del auténtico Noir). Con esa fórmula, las cartas están encima de la mesa, la planificación del asesinato (sublime por cierto como se resuelven las propias dudas con respecto a esto que van surgiendo mientras vemos la peli, todo está atado y bien hilvanado), el juego del ratón y el gato en la agencia de seguros entre el protagonista y su jefe (el juego metafórico de las cerillas entre ellos, representa ese juego precisamente, llegando a su resolución simbólica en la escena final, magnífico por cierto).

Volviendo al último apunte del guión, hay que destacar la importancia de los envenenados diálogos, cargados de sutileza, ironía, dureza, poesía (ya no se escriben proezas tales en el cine actual), y como no, el choque de realismo dramático que Wilder culmina en su parte final, un choque de realidad que siempre ha estado en tintes melodramáticos en sus films más memorables, y que aquí, siendo el género oscuro que es, se eleva hacia el infinito con resultados tremendistas, perfectos y cohesionados de manera natural, un alarde de buen cine, de mimar un guión perfecto, disfrutable por cinéfilos de verdad. Del reparto, me quedo sin duda con todo, las excelentes interpretaciones de sus artífices, por un lado el protagonista, ese agente de seguros interpretado perspicazmente por Fred MacMurray, el galán de capa caída, perfecto en su papel. La femme fatale por excelencia, rubia, sinuosa figura, fumadora compulsiva, con revolver bajo el sofá y de frío portento, la viuda negra perfecta, interpretada por Barbara Stanwyck, genuina y sensual, como manda patrón. Destacar también, al siempre maravilloso Edward G. Robinson, un actorazo que siempre está fantástico, al menos en los films que he visto en el que aparece, se come la pantalla, borda y queda grabado en la retina con papeles inmejorables, aquí vuelve a comerse la pantalla. En general, un reparto excelente, centrado en el trío protagonista que he nombrado, y que funciona al 100% dentro de la película, memorables.

Y en la dirección, el señor Billy Wilder está genial. Su estilo queda ya muy marcado desde el principio. Sobrios planos casi teatrales, centrando la acción en sus actores, sus caras, y quizás surcando los terrenos más expresionistas de su carrera, usando perfectamente las constantes atmosféricas del cine negro. Los claroscuros y la nocturnidad agobiante, lúgubre y nada apacible iluminación y fotografía en blanco y negro son perfectas, analizables y para enmarcar, un referente para los que nos gusta analizar los detalles del género noir, aquí están todos, bien por Wilder. La banda sonora original, la firma Miklos Rozsa, una partitura que está perfectamente integrada dentro del film, con un tono lúgubre y "ruidoso" cuando se trata de enmarcar la fatal historia de amor de los protagonistas, buen score, aunque eso si, para acompañar tan solo.

En conclusión: Wilder nos narra un amor imposible, y nos lleva a la realidad del "juntos hasta el final", la crudeza de ese amor negro, lúgubre, moribundo y desquebrajado. "Double Indemnity" es una película magistral, con un guión redondo, un reparto inspirado y un director como Billy Wilder filmando la que para mí, es sin duda una de las mejores películas del género que he visto y disfrutado como cinéfilo. Recomendada. Un 10.

2011/01/23

Post 1001



Hemos llegado al post numero 1001, quería hacer algo especial para el post número 1000, pero tampoco creo que sea necesario, solo es un número más. Gracias a todos por acompañarme durante más de 4 añitos en esto del blog, supongo que el viaje acabará algún día, pero veremos hasta donde llega. Luigi.

La delicadeza de Anne Smith

Muchos no recordarán la historia de la joven y escuálida Anne Smith. De delicada tez, de mañanas anaranjadas, de fino camisón en harapos caros mecidos por el viento, de extremada fragilidad, de constante mirada al suelo, de sueños invadidos por la tierra conquistada. Allí le pregunten al herrero por la triste y desolada balada de Anne Smith, al cantar de cada disparo, trompetas de lágrimas en las doncellas del burdel. Anne Smith, de prematuro y cansado casamiento, de viejo corazón. Su marido, de nombre forajido, cruzaba senderos a lomos de un caballo herido, nada quiso más que a su propio corazón la pobre Anne Smith. Nada hizo por quererla el pistolero. En los aledaños de su casa, Anne esperaba ser derribada por el futuro ferrocarril. El granjero conoce bien los cabellos que ondean los ojos de las tenues miradas de socorro de Anne Smith. En sus corazones, el salvaje devenir de lo prohibido, el latir incesante de lo imposible. Cuatro jinetes cabalgan veloces hacia el pistolero que dio cárcel de falsos sentimientos a Anne. Dan justicia a su marido, terminan por callar la amargura y los sueños de Anne Smith atravesando su corazón con una bala de oro. De casas vespertinas a humos de vapor negro. Del granjero floreció un mártir. Aquel que amó a Anne Smith, soga con nudos indestructibles, tanto como sus imaginarios besos al alba con la fallecida Anne Smith. Justicia a la tierra, ahora derramada de sangre inocente. Derramada por amor, derramada por aquello por lo que soñó. El imposible amor de la delicadeza de aquella mujer al que el destino jugó a barajar mal sus cartas. Siempre suyos, el granjero y la esposa del pistolero, la siempre cabizbaja mirada en las hemerotecas donde perduró y pereció en el tiempo, mi amada Anne Smith.

2011/01/21

"Batman: Capucha Roja": La oscura carga del justiciero


Director: Brandon Vietti
Año: 2010
País:USA
Duración: 75 min.
Sinopsis:     Cuando aparece en Gotham City un hombre conocido como Red Hood, Batman se verá forzado a frenarle los pies. Red Hood, mitad vigilante mitad criminal, comenzará a hacer el mismo trabajo que Batman, aunque bajo otro código moral: matar es una opción.
 
NOTA: 10/10  Ficha en IMDB



Tenía pendiente volver a adentrarme en el mundo del caballero oscuro, en una película que me ha sorprendido gratamente. Principalmente porque creo que "Batman: Capucha Roja" a día de hoy, considero a nivel personal que es la más compleja, disfrutable e inteligente película de animación que se ha haya hecho sobre la figura de Batman, si, suena exagerado lo sé. Pero hay que darle una oportunidad a esta extraordinaria película de Brandon Vietti que sigue los pasos de la saga de Nolan, a su vez aderezado por el estilo indiscutible de aquel mítico Batman animado de Bruce W. Timm (que también está involucrado como productor en el film que nos ocupa). Guión firmado por Judd Winick, que sigue explorando con una tridimensionalidad pasmosa (tratándose de un film de animación nada infantil, puramente a nivel de adultez que Nolan le otorgó en su día al hombre murciélago), centrándose muchísimo en el equilibrio entre una acción-movie, pues las escenas de acción son espectaculares y están perfectamente ejecutadas todas y cada una  de ellas, un deleite para los sentidos o para los fans más acérrimos que buscan acción ante todo. Más allá de eso, también se construye una historia muy interesante, con unos puntos de giro (el primero es muy deducible, pero es lo de menos) que se apoyan en los diálogos morales de sus protagonistas. Se retrata a un Batman fallido, solitario (aunque más acompañado que nunca por Robin y Nightwing, lo que da una nueva lectura, otro prisma más de lo que Batman significa, como modelo de soledad, de austeridad y dramatización con una catarsis introspectiva tremenda, casi "Kafkiana"). Es el Batman que carga con sus errores, que achaca sus fallos y ve como sus amigos, como el mal, es incurable, la lucha es contínua, extensa y Gotham es la gran lacra de su protector. Muchos de los villanos que aparecen en el film, están contextuados al milímetro, muy mimados desde el principio.


Pues la pluralidad está genial dentro de Batman, se entiende su peso, el público acompaña cada puñetazo de justicia, cada gota de sangre que se derrama tiene un peso argumental genuino, determinante. El personaje de Capucha Roja, que no desvelaré mucho de cual es su función vital dentro de la película, creo que es con diferencia uno de los ejes más sorprendentes de la cinta y quizás que eleven el film a una reflexión más compleja, más social, moralista.  El Joker, sigue estando muy presente (Aquí influenciado nuevamente por el perfil que creo para él  Alan Moore en el fantástico comic "La broma asesina"),la estela reflexiva y psicópata del Joker de Moore del que su vez se basa el de Nolan (Ledger tuvo este cómic muy presente durante su mítica interpretación), llega con fuerza, impacta. Hay dos escenas completamente magistrales dentro del film, una de ellas cuando el Joker es sacado de Arkham por segunda vez por los hombres de Máscara negra (El Joker observa y come patatas fritas, más lo que le sigue), y sobre todo, el triángulo protagonista en la escena final dentro de la casa, con Batman, Capucha Roja y el Joker al mismo nivel, entre la espada y la pared. Ese juego de cartas tan perfecto, tan disfrutable para los fans, y tan metafóricamente reluciente, como siempre digo, para los que nos sentimos identificados con las psiques de los personajes del mundo Batman de una manera u otra, hacen que lo que simboliza Batman como figura, como emblema de justicia quede redondo, elegante, triste, dramático, como debe ser, sin épica que valga, pero sí cargado de romanticismo dramático (muy en la línea, reitero, de lo que Nolan suele hacer con su Batman).

Llegados a los créditos finales, uno sigue pensando en la película, en el mensaje tan tremendo de pérdida, de decisiones que debaten la longitud del héroe hacia su propia incomprensión humana (que describe perfectamente la "Kriptonita" natural del personaje de Bob Kane) y las consecuencias de la pérdida, de la lucha contra la locura y el caos del anarquismo gótico y putrefacto que representa Gotham a una sociedad real, que cada vez más se parece a la que de manera ficticia nos adentra el justiciero de la DC. En el reparto de voces, tenemos caras conocidas, entre ellas, las de Bruce Greenwood como Batman, el "Sobrenatural" Jensen Ackles como Capucha Roja, John Di Maggio (el mítico Bender de Futurama) poniendo voz y personalidad al Joker, Neil Patrick Harris (Barney en "Como conocí a vuestra madre" jeje) como el ayudante de Batman, Nightwing. O el gran Jason Isaacs en la corta pero relevante aparición del personaje de Ra's al Ghul. Está de más que todos ellos hacen un trabajo excelente, claro está, en su versión original, del doblaje no hablo porque no lo he podido escuchar, pero imagino que estará al nivel. De la dirección de Brandon Vietti, director que ya viene de casa con experiencia en eso de hacer películas y series de personajes emblemáticos de la DC ("La Muerte de Superman" por ejemplo también reace en él) se nota. Aquí se expone la influencia directa de la ya citada serie animada de los 90 (incluyendo esa otra joya de la animación clásica que fue "Batman: La Máscara del Fantasma") apoyándose también en las nuevas tecnologías (el 3D, que está perfectamente usado, al servicio de los dibujos tradicionales y de la historia y no al revés, como suele ser habitual por desgracia en los últimos productos salidos en televisión y DVD de este tipo). Sólo hay que ver la fantástica y enérgica escena inicial (llena de suspense y con un pulso dramático durisimo y frío para un inicio) para ver que el film y el propio Vietti se lo toma muy en serio. Las escenas de acción, perfectas, inclusive rozando la magistralidad. La animación, el diseño de personajes y fondos, los encuadres, la ambientación, todo está perfectamente medido y elaborado, con pasión, con amor hacia los personajes, que de eso se trata (y no de un refrito de ideas  ya vistas, como hace las veces la competencia, Marvel).

En conclusión:  Hay poco más que pueda añadir. Si te gusta el personaje de Batman, si disfrutaste como el que más (pero no en plan neofan, de verdad) con "Batman Begins", "El Caballero Oscuro" o los comics de Alan Moore y Frank Miller, es estrictamente necesario su visionado. Personalmente, y como obsesivo amante de Batman (Ya en la guardería me disfrazaba de él) y todo lo que representa a nivel intelectual (Aquí muchos soltarán una carcajada de ignorante total, pero en fin), una joya, un film altamente disfrutable y de lo mejor del universo Batman en lo audiovisual, junto con lo que ya hay, claro está, respetemos la cola. Batman está en auge, y yo me alegro, ya nadie se acuerda de un tal Joel Schumacher. Un 10.
 

2011/01/18

"El Puente sobre el río Kwai": Orgullos de guerra


Director: David Lean
Año: 1957
País:UK
Duración: 161 min.
Sinopsis:     Durante la Segunda Guerra Mundial, un grupo de prisioneros británicos son obligados por los japoneses a construir un puente. Los oficiales, capitaneados por su flemático coronel, se opondrán a toda imposición que viole las convenciones sobre las condiciones de los prisioneros de guerra.
 
NOTA: 10/10  Ficha en IMDB


Me adentro en el cine de David Lean, gran cineasta del Hollywood clásico, con esta joya de película, "El Puente sobre el río Kwai", quizás una de las películas más metafóricas, estupendas y redondas sobre la segunda guerra mundial. Guión perfecto, sin fisuras, redondo y magistral, lo firman Michael Wilson y Carl Foreman. El libreto expone de manera perfecta el embudo claustrofóbico y paranoide de lo absurdo en las guerras. Los egos de sus mandatarios (el duelo entre Nicholson y Saito es una absoluta magistralidad narrativa y representativa para ambos bandos, el inglés y el Japonés), la absoluta cárcel simbólica que se representa en un campamento situado en mitad de una isla, rodeado tan solo por la jungla y el caos de la guerra, es ahí donde se ahonda en los temas más humanos que el film expone, y como buena película bélica, todas las joyas de éste género tan duro tiene que estar precedido por un mensaje anti-bélico claro, inteligente y coherente, "El Puente sobre el río Kwai" es una de esas películas con todos esos elementos. Los diálogos son inteligentes, directos y confinan en su parte final, con una clarividencia atroz, la dureza que representa la catarsis de todos su personajes, que padecen sin pena ni gloria en un conflicto absurdo. El Puente, es sin duda el gran aforismo, el gran símbolo de la falsa inestabilidad de una guerra, el galimatías que genera la confrontación. En general, un guión denso, analizable, lleno de lirismo y contexto, con una exploración amplia y la tridimensional de sus personajes (no hay malos ni buenos, hay reflexión en cada uno de los bandos y motivos que ponen a ambos en un absurdo compromiso, tener una guerra sin sentido).

Y aunque David Lean hace un trabajo excepcional detrás de la cámara, contando los retales de la historia con una precisión casi relojera visualmente hablando, también estamos ante un film de actores, de actorazos. Por un lado el papelón de Alec Guinness (Ganó un Oscar por éste papel) que tiene quizás el mejor personaje del libreto, con unos diálogos excepcionales y una presencia carismática, inolvidable, para aplaudir. Le sigue, representando el "manda más" Japonés, el actor Sessue Hayakawa en la piel del coronel Saito, que lleva el fantástico contraste del film, expone perfectamente los conflictos y resuelve muchas escenas memorables, genial. Y del lado Americano, el actor William Holden, que interpreta a Shears, un "soldado de la marina", que logra escapar del campamento japonés y donde la película hace hincapié en la critica chulesca y presuntuosa de los Americanos en la Segunda Guerra Mundial (La escena de la playa es un ejemplo, o en la que se descubre quién es en realidad Shears).  Destacar también a los secundarios: Jack Hawkins, James Donald y Geoffrey Horne. Un reparto genial, perfectamente inspirado dentro de la película, de esos que no se olvidan nunca.

David Lean, hace un trabajo genial tras la cámara. Su técnica es precisa, sobria, llena de planos amplios y de movimientos majestuosos en la dolly-cam. Su uso de pocos sets (no hay más de 30 en todo el metraje yo diría, y eso que el film dura dos horas y media) es sublime, concentrando muy bien el dinamismo de cada escena, llevando de manera segura y entretenida al espectador. Su exótica representación de la India, ha sido ya un modelo a seguir por muchos después de este film, es más, Spileberg tiene varios elementos casi calcados en su genial "El templo Maldito" de la saga Indiana Jones. Los 30 minutos finales, o los 30 iniciales, son pura magia, magnetísmo cinematográfico y en especial el climax, un emergente suspense que el espectador llega a sentir en sus propias carnes (el sonido del tren que nunca llega, el descubrimiento del detonador, la explosión final, con esa cita que cierra el film tan alentadora y llena de tristeza de uno de los personajes que contemplan el fusilamiento final: "¡Locura!"). Lean llena de paisajes, templanza y precisión cada encuadre (el rodaje en la jungla, está perfectamente calculado, medido, compuesto en cada marco que muestra la película, nuevamente, una obra de precisión suiza a nivel narrativo y técnico, igualmente cargado de cine con mayúsculas, todo sea dicho). El trabajo de Lean es perfecto y fantástico de principio a fin. La música original, la firma Malcolm Arnold, una partitura corta en términos generales, pero mítica en muchos aspectos, consiguiendo grandes momentos en escenas claves, por lo que estamos ante un trabajo muy notable de Arnold (los silbidos de los soldados ingleses es algo que ya ha quedado en la memoria cinéfila).

En conclusión: "El Puente sobre el río Kwai" es una película altamente recomendable. Cinematográficamente perfecta, expone perfectamente el crimen de la guerra sin ser visceral pero si pegando duro. Pues el verdadero orgullo de guerra, el verdadero crimen, es precisamente ese, la guerra en sí, la cárcel improvisada que resta libertad a la vida, el confrontamiento del absurdo y paradójico ser humano, y los sueños rotos en un puente derrumbado, a orillas de un río sincero, que deja ver los retales de lo absurdo que es la guerra. Una joya de película firmada por Lean, ganadora de unos merecidos Oscars

2011/01/12

¿Quién dijo?

"Lo más importante es tener un buen guión. Los cineastas no son alquimistas. No se pueden convertir los excrementos de gallina en chocolate". - Billy Wilder. Escritor y Guionista -

2011/01/04

Pete Postlethwaite nos ha dejado

 El año empieza bien. Hoy nos deja uno de los eternos y entrañables secundarios de Hollywood. Pete Postlethwaite, ha muerto a los 64 años tras su larga lucha contra el cáncer. El actor estará siempre en nuestro corazón por su aportación en multitud de películas, algunas más conocidas que algunas, para mi siempre será el monje loco de "Dragonheart", o por sus apariciones en "Alien 3", "El Último Mohicano", la secuela de Párque Jurásico "El Mundo Perdido", o en la actual "Inception" de Christopher Nolan. Un grande. Descanse en paz.

2011/01/03

Poster Art: Jedi

- " Star Wars Episode VI: Return of the Jedi" 
(Richard Marquand, 1983) -

Diario de un borracho

" En tus cabellos caigo por desasosiego. Por rozar tus labios vivo el presente y sueño mi futuro. Por acariciar tu mirada velo y con ello sueño. Con eso muero".
Acabo de encontrar algo que había escrito en un papel de sobre, entre mi ropa, es de hace unos días, estaba completamente borracho.

2011/01/02

"Somewhere": La vida en el limbo, una nadería de sensaciones


Director: Sofia Coppola
Año: 2010
País:USA
Duración: 98 min.
Sinopsis: Johnny Marco es un actor de gran éxito cuya vida de excesos y lujo cambia por completo al aparecer su hija de once años. Johnny vive en el lujoso hotel Chateau Marmont de Hollywood, conduce un ferrari y sale con bellas mujeres sin comprometerse con ninguna. Su vida es fácil y confortable, y anodina.
NOTA: 9/10  Ficha en IMDB



Sofia Coppola siempre (y con permiso de su padre) me ha parecido una realizadora especial, con un mundo particular, con una capacidad costumbrista, real fría y a su vez distante de contar la vida en sus películas. Aguanté media hora de su infumable "Maria Antonieta", creyendo que la directora de una de mis películas favoritas, "Lost in Traslation" se había diluido y perdido en su propia extravagancia barroca. "Somewhere" película que nos estrena y que aún no tiene fecha de estreno en nuestro país, vuelve a mostrar a la Coppola que capto la solitaria templanza de Bill Murray en aquel fantástico film donde le vimos el culete a Scarlett, "Somewhere" sigue esos pasos y nos enfrenta directamente a un choque frontal con las situaciones del día a día de una estrella de Hollywood que no brilla precisamente por sus excesos y abundancia, sino más bien todo lo contrario, encontrarle un sentido a la nadería que le rodea, a la vida de rutina burguesa aburrida que le lleva a descuidarse. Vacíos emocionales que Sofia Coppola, con guión escrito de su puño y letra, nos relata con imágenes, sin apenas aliento de texto, con muy poco, nos cuenta como es el protagonista, como son las mujeres de un hotel contemporáneo pero algo "Felliniesco" en sus estridencias.

Es por ejemplo, una película de detalles introspectivos (como todo en ella, muy en el subtexto al igual que sus personajes y situaciones), de un ritmo pausado, con planos largos y amplios, con una posición tediosa del tiempo a conciencia, para meter directamente al espectador en el andrajoso mundo de Johnny Marco, un perfecto Stephen Dorff que borda perfectamente su personaje, en la línea estilística de su directora, con algo de socarronería irónica (las dos escenas de las bailarinas son estupendas, se ve perfectamente lo que piensa el protagonista, lo que siente o lo que aborrece de su vida, la escena en la que intenta hacer el amor y acaba dormido, la del molde con un patetismo casi sarcástico, o esas donde pasea por la ciudad con su ferrari, siempre en mitad de la vía, entre dos mundos, atrapado en una tela de araña empalagosa, de colores desaturados y anodina, como la vida). Cuando aparece el personaje de la hija, interpretado por una también inconmensurable Elle Fanning (hermana de...), el personaje de Dorff sufre un cambio de color, ambos, padre e hija son la postal perfecta del entendimiento sin palabras, de la ternura (la escena donde ambos están en el sofá mientras le cantan es de una ternura y una belleza inexplicable. O la escena del desayuno, donde padre e hija comparten miradas y sentimientos que dicen muchísimo más que cualquier diálogo sobrante), el personaje de la niña es el giro argumental, la evolución del protagonista, el que mueve los cimientos de su desastrosa vida y hace temblar los cimientos de su existencialismo (curioso, la mujer representa el abrir de ojos del personaje de Johnny Marco, pero no todos, pues la mujer adulta está fuera de lugar, es la niña quién colorea cada pasaje, cual "Nunca jamás" particular del mundo de Sofia Coppola, la mano de la inocencia).

Ambos son el timón de una historia, que como su propio título indica, no lleva a ningún camino concreto, quizás a algún lugar, tan sorprendente o indiferente como la vida misma, de hecho cabe destacar con el plano que abre la película: El coche de Johnny dándo cuatro lentas vueltas a un circuito en medio de la nada. La reflexión es para cada uno, el guión no bebe de alardes, y las formas minimalistas de su narración gustará/fascinará a unos, y aburrirán a otros que no casen dentro del mar en calma que Sofia Coppola nos intenta mostrar, personalmente conmigo funcionó al 100%, quizás porque en cierta manera conexiono con los personajes, en su manera de ver la vida como un lobo estepario, misántropos introspectivos o el nihilismo de sus formas. Y en la dirección, Sofia Coppola anega el film de planos de una composición exquisita y estudiada en todos los sentidos (como es su cine), algunos trasmiten un mensaje (ese que muestra a Johnny en la piscina y va saliendo del encuadre, cortando su cuerpo al salir de plano, mostrando aires necesarios para entender la vacuidad humana de un tremendismo mudo, entendible para unos pocos, o ese ya comentado donde se muestra el coche viajando en mitad de la carretera). Su forma de colocar la cámara a mi personalmente me mete directo en su mundo desde el primer segundo, es particular, algo arcaico para el cine contemporáneo, muy llamativo pese a su paleta desaturada, a sus personajes desmitificados, quizás por ello disfrute tanto de un cine que entiendo, que comparto con cierta antisocialidad, un cine diferente, especial.

En conclusión: "Somewhere" es una película de sensaciones agridulces, introspectivas, casi tímidas, contenidas. Su final expone la algarabía inclasificable que es la vida, siempre en constante cambio, siempre llena de mediocre rutina. Para mi, está en el mismo escalón que "Lost in Translation". Un film que dentro de su imperfección, encuentra precisamente su perfección. Como la vida misma. Un 9.

"Cayo Largo": La cabeza dice una cosa, la vida dice otra...


Director: John Huston
Año: 1948
País:USA
Duración: 100 min.
Sinopsis: Un veterano de guerra visita al padre y a la viuda de un compañero muerto en combate. Pero su estancia en Florida se complica, ya que en su hotel se aloja también una banda de gángsters que, aprovechando una fuerte tormenta, los toman como rehenes. 


NOTA: 10/10  Ficha en IMDB


Para empezar bien el año (Y siguiendo la espinita del mes Noir que deje a medias), me he propuesto una velada de año nuevo con mi amor, el cine. Y que mejor si ese amor está protagonizado por grandes como Humphrey Bogart y Lauren Bacall a las ordenes del maestro John Huston en la que está considerada una de sus obras menores, pero que en cambio, a mi me parece uno de los films noir del cine clásico Hollywodiense más notorios y fascinantes que se han rodado. "Cayo Largo" parte de una obra teatral escrita por Maxwell Anderson, John Huston y Richard Brooks partieron de ahí para crear un guión impecable, sin fisuras, con un contenido político, social (de la época que vivía USA por aquellos, en la película se representa con una tribu India, el racismo que movía, y aun se mueve por desgracia , en el país), macerado como no, con la sutileza de aquellos días, con el cinismo de Bogart en sus diálogos sobre la guerra. La deconstrucción de las bandas callejeras. De hecho es el metafórico encarcelamiento de los gangsters, representado por la marea natural que azota Cayo Largo en un interior de hotel, donde cada personaje encuentra sus raíces, explora sus miedos, entran en pura catarsis de las miradas, de la violencia, de la cobardía y a su vez inteligente estrategia, todo, está perfectamente narrado por los colegas Huston y Brooks, que pasaron una larga temporada en el hotel real que se hospedaba en la isla que da título al film.

Es más, Huston prefirió dar un juego de luces, dinamismo con su cámara inquieta y sin norma, dirigiendo perfectamente cada escena tanto dentro del Hotel (un fantástico set de estudio, de esos que ya no se ven), tanto en el malecón que lo rodea. La tensión del sonido (el huracán que azota la costa durante toda la película dejando inclusive a los personajes peligrosos como los matones, a la altura de cualquiera) elemento que Huston mueve a su antojo con una precisión para aplaudir, pues es dentro de esa deconstrucción introspectiva de los personajes y magnificente en el contenido físico de la naturaleza que azota a los personajes, donde se descubre el ser primigenio, es donde la vida propia se abre su camino natural ante el conservadurismo, la injusticia de la corrupción y donde el destino obra con una mano oscura, de sombras, de miradas irresistiblemente dialogantes y piadosas como las de Bacall. Quizás, como en las obras maestras que se precien, el film arranca un poco con pata coja, con un juego narrativo que marea un poco la perdiz, todo esto se diluye en un nudo magistral, donde las interpretaciones, los diálogos y la dirección se dan de besos mutuos y pasionales, saltando la magia a la palestra. Muestra de ello son por ejemplo, la primera aparición de Johnny Rocco en la bañera (un impagable y perfecto Edward G. Robinson, que está inolvidable en cada plano que sale), el magistral tramo final (en la barcaza) y esa escena final (sacada por cierto, de la novela "Tener y no tener"  que curiosamente cerraba de manera diferente a su adaptación cinematográfica) tan inmaculada con el personaje de Lauren Bacall abriendo al ventana de par en par, dejando ver la luz por primera vez, radiante, en todo el metraje, con Bogart regresando a puerto, el fin de una época turbia marcada por la imposición de los gangsters, ya en pleno declive aquí.

Volviendo a las interpretaciones que danzan en la película. El grandísimo Humphrey Bogart, filma su última película junto con su pareja Lauren Bacall, en un papel que curiosamente va de la mano con el Bogart de aquellos. Pues es su versión más descafeinada del galán cínico y rudo que aquí muestra millones de pesares, fantasmas e inseguridades que dan una amplitud y tridimensionalidad a la actuación de Bogart que es para enmarcar. De hecho, diría que es su mejor papel de los que he tenido el placer de ver. Y que decir de Lauren Bacall que ya nos haya dicho en alguna ocasión. Para mi es la mirada del cine, la mujer sin palabra pero con un don angelical para decirlo todo con esos ojos, esa melena rubia de frágil femme fatale, Bacall es un portento y una de las pocas actrices de verdad (y no mujeres de plástico) que nos quedan de aquella época dorada, genial su papel, quizás me gustó un poco más su matiz interpretativo y de guión en la magistral película de Howard Hawks,  "Tener y no tener", pero aquí también esta perfecta. Les sigue de cerca los secundarios de lujo, el ya nombrado Edward G. Robinson, impecable, o la fantástica  Claire Trevor, que tiene un rol espectacular, sufrido, víctima de un tiempo pasado y presa del alcohol, un papelón que le valió un justo Oscar. En general, un reparto estupendo, inspirado, inolvidable y carismático.

En conclusión: "Cayo Largo" aumenta mi interés en el cine de Huston (ya que tan solo había visto de él, "El Honor de los Prizzi" pero  no me entusiasmó demasiado) una película icónica del cine noir de aquel Hollywood clásico, junto con otros que también hicieron historia. Además es el último film que reunió a Bacall y Bogart juntos en la pantalla, ya por eso merece ser visto. Una joya perfecta, sin escapes, disfrutable al 100%. Una lección de buen cine. Un 10.